De útero a útero, de mujer a mujer, vamos aprendiendo a comunicarnos y acercarnos entre mujeres, más allá de la rivalidad, los celos, la envidia, la competitividad normalizados… Y es gracias a un hombre que fomenta el hermanamiento de mujer a mujer.
Cuando tomé las fotos en el mar, una ola empapó los pendientes y al día siguiente les apareció una fina capa de óxido verdoso por la parte del engaste de las piedras… ¡qué bien! El último toque para que quedaran acabados, lo dio la naturaleza misma. A Marta también le gustó mucho esta intervención espontánea, y ahora los lleva como símbolo del vínculo de mujer a mujer, de útero a útero.
Son unos pendientes hechos a partir de plata, cobre y labradoritas, totalmente conformados a mano.
Reblogueó esto en Dharma Devotiony comentado:
Qué hermosos los pendientes… son un regalo perfecto, justo para mí… como el texto.
Gracias, hermana 😀