El vínculo infinito

Cada eslabón es imprescindible para el anterior y el siguiente dentro de la infinita cadena que teje la madre naturaleza. Juntos forman el equilibrio que precisan para vivir en armonía. Yo me había desvinculado del tejido natural de mi vida como mujer, desoyendo las señales que me daba mi cuerpo para que volviera a la coherencia de lo que necesitaba, pediéndome nefastamente con oscuras elecciones mentales, que me llevaban a enredarme más y más… Sin embargo, un día, un hombre me tendió la mano para poder volver a unirme a su eslabón dorado que formaba un ocho infinito. Desde entonces, día a día, voy reparando mi anudado eslabón, que ya comenzaba a oxidarse de tanto ser forzado. Él me está ayudando a renovarlo a su forma original, para poder volver a fundirme con la vida recobrando mi natural reflejo plateado.

Fue un encargo de Johanna para una joven adolescente que se está haciendo mujer. ¡Me encanta ver cómo Jolina está creciendo tan fuerte y esbelta! En este trabajo quise introducir el vínculo que a mí tanto me está ayudando a hacerme mujer, con esos dorados destellos que se reflejan en nuestra piel.

Es una pulsera de plata con un poco de latón para las partes doradas que engarza un bello cuarzo rutilado. Está totalmente hecha a mano, eslabón por eslabón, a través de delicadas filigranas.

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