Una ola es poderosa, pues está formada por infinidad de diminutas gotas de agua impulsadas por las fuerzas de la naturaleza. Es capaz de suavizar las aristas de imponentes rocas, de borrar recuerdos románticos en la arena, de curar heridas -aunque escueza-, de arrastrar consigo viejos cachibaches, de derribar barreras artificiales; penetrando en lugares que se creían infranqueables, revolviendo, limpiando y renovando todo a su paso. Una ola formada por muchas pequeñas acciones e impulsada por la fuerza de voluntad, un coraje honesto e intrépido de naturaleza libre también es capaz de limpiar y renovar hasta los más oscuros y olvidados recovecos.
Anillo de plata encargado por Leo, creado a partir de la fotografía de otro anillo, pero ensanchado y adaptado a las formas orgánicas que otorga la joyería artesanal. El anillo más pequeño corresponde a una prueba que hice previa al otro para tomar las medidas y una vez finalizados los dos, sentía que combinaban de maravilla, pues el más pequeño me resultaba más cercano a las delicadas formas femeninas, mientras que el grande a la fuerza y la osadía masculinas.
Fueron conformados a partir de herramientas manuales, tomando volumen con el martillo, la lastra y los embutidores macho y hembra.
