La mujer voladora

Son mecidas por el viento las plumas de la mujer que se libera. Su cuerpo pétreo va adquiriendo una nueva cualidad de volar gozando, que se activa con un hombre capaz de soplar las pesadas corazas, que antes la oprimían en un pozo de tristeza y oscuridad… ¡Vuela libre, mujer!

Tanto la piedra como las plumas son encontradas en la naturaleza, en momentos muy especiales y significativos de mi vida. Las engarcé con hilo de alpaca (aleación de cobre, cinc y níquel), a la manera tribal, sin usar soldadura, si no tan solo unos alicates para dar las formas. La cadena también está hecha por mí siguiendo la misma técnica, conformando eslabón por eslabón hasta quedar completa. Los materiales por sí mismos no tienen especial valor material, sin embargo, como en realidad en todas las piezas que creo, el valor es simbólico; procedente de las connotaciones emocionales que esta combinación de elementos puede evocar…

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